Relación entre los lácteos y la Osteoporosis

Cuanto más miedo se le tiene, más riesgo hay de padecerla
¿Cómo dejar de robar calcio de los huesos ?

Fuente: http://www.uva.org.ar/osteo.html

Uno de los temas que más preocupan, sobre todo a la mujer actual de más de 40 ó 50 años, es el de la osteoporosis. Esta preocupación, si bien tiene su razón de ser, ya que la incidencia de la misma ha crecido en las últimas décadas en países como el nuestro y otros más desarrollados e implica el riesgo de predisposición a fracturas (por ejemplo de cadera ante una simple caída que en una persona muy anciana podría en algunos casos conllevar invalidez y acelerar la muerte en pocos meses) ha sido sin embargo, sobredimensionada.
Toda preocupación puede seguir dos caminos:
1) en lugar de «preocuparse», invitar a la persona a «ocuparse» de informarse y luego tomar los recaudos necesarios para evitar males mayores y
2) convertirse en miedo que puede ser paralizante o inductor de errores, que consecuencias peores que la que se pretende evitar. Este último es el camino que parece ser que ha seguido, la preocupación social por la osteoporosis.

No es fácil poder determinar hasta qué punto, los errores en la información que llega masivamente a la población sobre diferentes temas que hacen a la Educación para la Salud, se cometen pese a tenerse buenas intenciones o los mismos son el producto de intereses personales o sectoriales que deciden qué conclusiones falsas o cuestionables, pero que los beneficia, y qué conclusiones verdaderas e indiscutibles, pero que los perjudica, pueden llegar o no a esa población. Por tal motivo, este articulo no pretende juzgar ni condenar a nadie, presuponiendo bienintencionadas a todas las partes involucradas, al otorgar el beneficio de la duda. Esas partes involucradas en todos los temas de Educación para la Salud en general y de la Osteoporosis en particular, indudablemente son:

1) Los médicos, biólogos, bioquímicos y otros profesionales de la Salud dedicados a la Investigación Básica y Clínica, a la Docencia y al Periodismo.
2) Quienes directa o indirectamente financian esa Investigación, esa Docencia (en Universidades, Congresos, Revistas Médicas, etc.) y los medios de comunicación que incluyen notas o programas científicos o de interés general, pero que informan sobre las conclusiones de esas investigaciones; esto comprende Industrias Alimentarias, Laboratorios Farmacéuticos, Instituciones Científicas, Empresas dedicadas a la Medicina y a la venta de equipamientos médicos (en el caso de la osteoporosis, quienes venden y compran densitómetros, por ejemplo).
3) Docentes en general y Profesores de Biología y de Educación para la Salud en particular.
4) Padres de Familia y todos aquellos que retransmiten o que por algún medio escucharon sobre el terna que nos ocupa.

Con este artículo sólo se pretende acercar al lector información seria, aunque contradiga en gran medida, mucho de la que hasta el presente, por otros medios escuchó o leyó y aunque no carezca de fundamento científico y pueda ser comprobada con la simple experiencia personal, guiada por el sentido común o por la investigación organizada por otros profesionales de la salud bienintencionados, sí carece de fundamento económico que la impulse a ser conocida por todos. Esto es debido a que se concluye que la osteoporosis no se previene ni se cura consumiendo talo cual producto o realizando talo cual estudio sino fundamentalmente dejando de consumir o reduciendo marcadamente el consuno de aquellos productos que la provocan por los mecanismos que se explicarán.

¿Qué es la Osteoporosis?

En todos los medios de comunicación, cuando se habla de osteoporosis, generalmente se confunde con osteopenia y se la define como el debilitamiento de los huesos, producido por la falta de aporte y/o fijación de calcio en los mismos. Esto en realidad es la osteopenia, que hasta cierto punto puede considerarse normal con el paso de los años y convertirse en patológica cuando se pasa de ciertos niveles.
En la verdadera osteoporosis hay una pérdida activa de calcio en los huesos, con la elevación en la orina, de una sustancia denominada «hidroxiprolina» y un esqueleto que sufre un proceso similar a una especie de «apolillamiento».

¿Cómo se la diagnostica? ¿ Cómo se genera?

Habitualmente se la diagnostica con radiografías o con un estudio conocido como Densitometría Ósea, con el que se procura cuantificar la densidad de algunos huesos y compararla con valores que se han elegido como normales, para la población en general y para la de la misma edad que la de la persona estudiada. Este rango de valores elegido como normal, puede ser cuestionable y pequeños errores en el mismo, harían que muchas personas puedan ser catalogadas como de riesgo leve o moderado, cuando no severo, de padecer una fractura patológica, sin ser esto cierto en buena parte de los casos.

Rara vez se solicita el dosaje de hidroxiprolina urinaria, que como se dijo, de dar elevado, confirmaría que hay osteoporosis. Hemos verificado en numerosos pacientes con diagnóstico densitométrico de osteopenia, incluso severa y de osteoporosis, que su hidroxiprolina urinaria es normal. Sabiendo esto se tranquilizan, sin dejar de hacer los cambios que les sugerimos y que luego veremos, para corregir las causas y prevenir una verdadera osteoporosis y disminuir realmente los riesgos de una fractura patológica (sin golpe o con traumatismo mínimo). Al no hacerse esto no sólo no se tranquilizan, sino por el contrario, caen en el miedo a la enfermedad, a la postración, al sufrimiento ya la muerte, que por sí mismo provoca robo de calcio y debilitamiento real de los huesos.
La Medicina Tradicional China explica esto diciendo que el miedo afecta a la energía del Riñón y la Vejiga (elemento Agua) y que al regir éste los huesos, los mismos sufren las consecuencias del miedo. Asimismo dicen los chinos que el exceso de sabor dulce exacerba al Estómago (Elemento Tierra) y el exceso de éste debilita al Riñón y con esto a los huesos. Esto encuentra en la Medicina Occidental una explicación que deja más conformes a los que sólo creen en el Método Científico.

El miedo, al igual que el estrés, produce y es producido por una importante secreción de adrenalina y corticoides. Esto puede causar, sobre todo si es crónico, las típicas gastritis y úlceras por estrés o cuando menos, acidez gástrica. Otros factores que luego veremos, como el azúcar y todo lo muy dulce, así como la yerba mate, también se suman para provocar esto. Para evitarlo, sales alcalinas de calcio mayormente y de otros minerales en menor medida, son robadas de los huesos, sobre todo y secundariamente de otros lugares, para compensar esa acidez y evitar una hemorragia digestiva o una perforación del estómago. También los corticoides medicamentosos y otros antiinflamatorios, producen gastritis o úlceras (por esto se indican con gastroprotectores que representan un riesgo peor como veremos, cuando se aportan por largo tiempo) y sabida es que los corticoides provocan osteoporosis, precisamente por lo antedicho. Como veremos, el diagnóstico, frecuentemente erróneo, puede inducir por el miedo que provoca, a una verdadera osteoporosis, tal como sucede con la inmunodepresión (SIDA) generada por un diagnóstico de HIV, muchas veces falsamente positivo (incluso por Western Bloot)

¿Cómo dejar de robar calcio?

Sin embargo, no sólo el miedo, el estrés, los corticoides y otros antiinflamatorios pueden robar calcio e inducir a la osteoporosis, sino todo aquello que provoque acidez gástrica y/o acidificación del organismo. Es larga la lista de lo que produce esto y que por lo tanto hay que eliminar o reducir drásticamente, si se pretende dejar de perder calcio. Esto es lo que no debería dejar de enseñarse a la hora de hacer una real Educación para la Salud en lo que a Osteoporosis se refiere. En vez de esto se dice que hay que consumir leche, queso y yogur a diario (entre otros lácteos) y cuando hay algún riesgo, calcio medicamentoso, fijadores de calcio, estrógenos para absorberlo y fijarlo mejor en las mujeres postmenopáusicas y realizarse periódicamente una densitometría ósea de control. Lo antedicho es equiparable a tener una pérdida en el tanque de nafta del auto y en vez de tapar los agujeros, ir al surtidor a cada rato.

A la Sociedad de Consuno, que no nos enseña a pensar, sino a consumir y mal, le conviene esta última opción, o sea la de consumir más nafta y todo lo antedicho, en vez de ]a opción más inteligente. Esa lista de ladrones de calcio incluye además de lo ya enunciado, al azúcar y todo lo que la contenga o tenga un sabor muy dulce, incluso los edulcorantes artificiales, la miel en exceso, etc. También la carne roja y derivados con sus purinas, el alcohol, el café, la yerba mate, el té común (reemplazarlo por otras hierbas y por café de malta) y el cigarrillo, así como muchos medicamentos, drogas y otros productos que traigan, como fue dicho, acidez gástrica o acidificación de la sangre.

¿Por qué los lácteos «producen osteoporosis» ?

Pero lo que seguramente mas sorprenderá al lector no enterado, es que la leche, quesos y otros lácteos producen osteoporosis, lejos de prevenirla como casi todos creen. Esto es así pues la leche, tal como viene y sin procesarla ni convertirla en sus derivados, está calculada por la naturaleza para el ternero y no para el ser humano. Su calcio, al igual que el medicamentoso en exceso, al parecer tiende a depositarse en cualquier lado, menos donde se lo necesita, por ejemplo en las articulaciones, formando los típicos picos de loro; en las mamas generando las conocidas micro y macro calcificaciones mamarias, en las placas de ateroma que van obstruyendo las arterias, en los núcleos de la base del cerebro, en el cristalino creando cataratas y en los riñones produciendo cálculos. Las proteínas de la leche, más concentradas en sus derivados, más aún si son descremadas, estimulan mucho la secreción de ácido clorhídrico del estómago y acidifican la sangre por diferentes mecanismos (ver las 3 partes del articulo Leche Quesos y Otros Lácteos y las 100 enfermedades que provocan en los números 1, 2 y 3 de Holísticamente). Si bien calman el dolor de una úlcera o gastritis por la acción de su factor de crecimiento epitelial, aumentan por lo antedicho las causas de una úlcera o gastritis y debido a este factor, que se aporta en una concentración mucho mayor que la que requeriría un bebé humano y más aún si el mismo es adulto, los lácteos representan el mayor inductor de cánceres humanos (que en su mayoría son epiteliales) de toda la alimentación.

A esto se le suma la acción de los antiulcerosos o gastroprotectores que al elevar el PH (grado de acidez o alcalinidad gástrica) por encima de 4,5 inducen a una gran conversión de nitritos y nitratos (presentes en el agua por contaminación con fertilizantes y en los alimentos como aditivos, conservadores), en nitrosaminas altamente cancerígenas, cuya acción fue demostrada en el estómago y otras localizaciones, del hombre y de 22 especies animales diferentes.

La importancia de la eliminación, en lo posible total, de los lácteos para prevenir y tratar la osteoporosis cuenta con el respaldo científico de múltiples trabajos publicados en las más serias revistas médicas, cuyas citas bibliográficas se encuentran a disposición de los interesados (no se publican aquí por razones de espacio), en nuestra propia experiencia sobre muchos de los 10.000 pacientes atendidos y en especial en el trabajo científico más voluminoso e incuestionable de la historia de la Nutrición, el conocido como Proyecto Cornell, cuyas conclusiones súper sintetizadas se publicarán próximamente en esta revista, ya que el total de estas conclusiones ocupan 900 páginas de internet y del trabajo completo, 40.000 páginas. Este estudio, realizado conjuntamente por la Univ. de Comell, de Oxford y el Ministerio de Salud de China y dirigido por el Profesor Colin Champbel, aún se encuentra abierto y demostró claramente entre muchas otras cosas que en las zonas rurales de China, donde no conocen ni la vaca ni los lácteos, la incidencia de osteoporosis es ínfima. Por el contrario, en los países donde más lácteos se consume es donde más osteoporosis hay (Francia, con 200 variedades diferentes de quesos; Suiza con su típica foundé de queso y de chocolate; Dinamarca, Holanda y EE.UU., entre otros). Además en toda América, antes de la llegada del conquistador europeo, no se conocía ni a la vaca, ni a ningún animal de ordeñe y sin embargo, los huesos encontrados de aquellos aborígenes, no muestran que padecieron de osteoporosis como los habitantes actuales, grandes consumidores de lácteos, azúcar y otros productos ladrones de calcio ignorados otrora.

Los riesgos de tomar o aplicarse estrógenos son peores que la osteoporosis

Un estudio de la Universidad de Harvard (entre otros) demostró que en las mujeres que se administran estrógenos con la intención de prevenir la osteoporosis para aumentar el aprovechamiento del calcio (o como anticonceptivo), se incrementa en un 32% la incidencia de cáncer de mama. Otros estudios lo correlacionan con el cáncer de útero, ovario y vagina y con otro tipo de trastornos, todos ellos más riesgosos que la osteoporosis. Pretender tener, después de la menopausia, niveles de estrógenos como los de una adolescente, ya sea para mantenerse joven o para disminuir riesgos de una osteoporosis, es como hacer correr a un Ford T a la velocidad de un Fórmula Uno. Seguramente no aguantaría mucho tiempo sin destruirse. Es preferible aceptar una osteopenia normal para la edad que se tenga, que seguramente no llegará a ser osteoporosis si se toman los recaudos que se detallan en este artículo. Si los síntomas de déficit de estrógenos fuesen muy preocupantes, se puede emplear alguna hierba, indicada personalizadamente, o alimentos que contengan fitoestrógenos como el lúpulo o la soja, en cantidades moderadas, o bien administrar estradiol en dinamizaciones homeopáticas bajas (DI a D6) que no causará tanto riesgo como el alopático. Los calores menopáusicos se manejan muy bien disminuyendo los alimentos calentantes y aumentando los refrescantes y yinizando un poco la dieta, asociando a esto un complejo homeoterápico que contiene Lachesis D 12 como componente principal.

¿Cómo prevenir y tratar correctamente a la osteoporosis ?

Por empezar, como es lógico, hay que eliminar o disminuir al máximo posible todo lo que la genera. Por la importancia específica que en la osteoporosis tiene, aquí sólo recordaremos cuáles son las fuentes de calcio que recomendamos. Si nos preguntamos de donde saca la vaca el calcio que hay en la leche, concluiríamos que de fuentes vegetales. Pues el hombre también puede y debería hacerlo si pretende estar sano. Sin embargo la mejor fuente de calcio que hay, como excepción, es de origen animal. Se trata de la cáscara de huevo que tiene tanto calcio que sólo con la tercera parte, a la mitad de una de ellas por día (esto último en casos de mujeres postmenopáusicas o dando lactancia, embarazadas o niños) alcanza para cubrir todos los requerimientos de calcio. Más que media por día (1 gramo de calcio) sería un exceso, que también perjudica. Para que se absorba mejor conviene, luego de lavarla bien y hervirla en agua con su tela interna y de molerla o no, dejarla en suficiente jugo de limón o hervirla en vinagre de manzana 2 ó 3 minutos, tendiendo a que se desintegre y se transforme en su mayor parte en un liquido blanquecino (citrato o acetato de calcio, sales perfectamente absorbibles ¡Y gratis!). Esto mas el remanente no desintegrado molido, se puede mezclar con cualquier comida.

Además la leche de soja (es importante que la soja sea orgánica, no transgénica certificada, que en Dietéticas bien provistas se consigue y en caso contrario solicitarnos contactos con proveedores) tiene un 20 a 30% más de calcio que la leche de vaca (no tomar más de un vaso por día de la de soja).

El tofú o queso de soja tiene 128 mg. de calcio por c/100 gramos. Recordemos que el requerimiento mínimo diario para el común de la población es de 600 mg./día, pero en quienes dejan de robar calcio alcanzaría con bastante menos.

Las semillas de sésamo tienen 1 vez y media más calcio que el queso duro (fuente esta desaconsejada) que aporta 800 mg. de calcio por c/100 grs.

Las algas marinas llamadas hiziki aportan el doble de calcio que el queso duro.

Otras fuentes aconsejables son las almendras, el perejil y las verduras de hoja verde (aunque éstas no aporten tanto por c/ 100 gr. como los anteriores, por la cantidad ingerida, también ayudan).

En muchas de estas fuentes también hay vitamina D que ayuda a la absorción de calcio. Conviene tomar sol, al menos 10 ó 15 minutos por día en cara y brazos o piernas, para que en la piel se forme vitamina D, a partir del colesterol, que luego se activará en hígado y riñones. Llevar una vida sana en líneas generales, con suficiente actividad física, pues el sedentarismo también aumenta el riesgo de osteoporosis.

No sobredimensionar los problemas y poner en práctica todo lo que en otros artículos hemos aconsejado para salir del estrés. Estabilizar la glucemia ya que la caída de la misma hace segregar mucha adrenalina y corticoides (hiperglucemiantes) para que no mueran neuronas y como vimos, el exceso de estas hormonas provoca robo de calcio, entre tantos otros trastornos.

Salirse del miedo a la osteoporosis, que como vimos la genera, verificando si el diagnóstico es correcto o no, mediante el dosaje de hidroxiprolina urinaria y tomando los recaudos antedichos para prevenirla y/o tratarla si se la tuviese. Cuando la osteoporosis es manifiesta se pueden ver muy rápidos resultados sin ningún riesgo ni toxicidad, asociando a lo aquí expuesto, el uso de un tratamiento homeoterápico, que incluye calcio homeopático en forma de Calcárea Carbónica y un fijador homeopático del mismo: Alendronato D4 por 3 meses.

Es crucial que si se va adoptando gradualmente nuestra propuesta dietética, la misma se llegue a disfrutar plenamente, para lo cual, aprender a cocinar de nuestra forma resulta clave, así como no hacerla obsesivamente, eligiendo los alimentos menos malos cuando no se cuente con los mejores y no hacer sentir tanto las diferencia a quienes opten por continuar con lo clásico. Por favor, si deja la carne, deje los lácteos y viceversa, pues dejar uno manteniendo lo otro reportaría mas perjuicio que beneficio (por ejemplo aumenta el riesgo de cáncer). Resultaría importante que quien se entere de todo esto, se comprometa a retransmitirlo (no persiguiendo a nadie), si cree que es verdad, ya que por lo dicho al principio, quizás sea el boca/boca (o boca/oído) uno de los únicos medios para que esta información llegue a todos o casi todos (el secreto es algo que se transmite a todo el mundo en voz baja), y sería bueno que nos informen sobre los logros que vayan obteniendo con el cambio.

Tampoco se crea que por más claros que sean los conceptos y fundamentos científicos y sencilla la comprobación práctica, va a ser fácil que se convenzan muchas personas en general y docentes y profesionales de la Salud en particular y no necesariamente porque defiendan intereses comerciales, sino por algo que escribió nada menos que León Tolstoi en 1898, que tiene aún plena vigencia y que otra vez reproducimos en las páginas de nuestra revista: «Sé que la mayor parte de los hombres, no sólo los que se consideran inteligentes, sino también los que lo son y capaces de resolver los problemas científicos (médicos) o filosóficos más difíciles, pocas veces podrían aceptar las más sencillas y obvias verdades, si esto les obligase a admitir la falsedad de conclusiones que han obtenido, quizás con mucho esfuerzo, conclusiones que los enorgullecen, que han enseñado a otros y sobre los cuales construyeron sus vidas»

Dr. Jorge V. Esteves
Médico oncólogo holístico

Fuente: http://www.uva.org.ar/osteo.html

 Escríbenos:uva@ivu.org

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