En teoría, nuestros pensamientos son un reflejo de la realidad. Gracias a nuestros sentidos, percibimos toda la información del mundo que nos rodea, para que posteriormente sea interpretada por nuestro cerebro. Pero… ¿qué pasa si nuestros sentidos nos engañan?
¿Arriba o abajo?
Según parece, el cerebro está programado para sacar sus propias conclusiones y adelantar el resultado de una acción, en base a nuestro conocimiento previo. Por ejemplo, si observamos una pelota caer, nuestro cerebro pensará que la pelota impactará contra el suelo y rebotará.
Debido a este proceso se producen las ilusiones ópticas, que son una distorsión de la realidad, a partir de la percepción visual de imágenes falsas que el cerebro interpreta equivocadamente y que produce sorpresa cuando el cerebro comprende que se ha equivocado.
Poné a prueba la agudeza de tu cerebro con estas ilusiones ópticas que te dejarán con la boca abierta.
Sentate y disfrutá de una taza de té que nunca acaba.
¿Como es posible atravesar con una aguja estos dos cuadrados situados en paralelo?
Puede que no sepas como sentarte en esta increíble silla.
Las baldosas de color gris son del mismo color, pero debido a la sombra de la papelera las percibimos distintas tonalidades.
Lo mismo ocurre en este rectángulo gris ya que el cerebro determina el color de un objeto en función de los que le rodean.
El recorrido de esta bola te va a hipnotizar durante un buen rato.
Este coche parece que se va a estrellar.
La pieza azul y la amarilla, se mueven a la misma velocidad constante.
Sin embargo percibimos que se mueven a distinta velocidad por las rayas de color blanco y negro.
En realidad no hay movimiento pero la alternancia de luces nos confunde.
¿Una rosquilla que nunca se acaba? No en realidad es una ilusión óptica.
Este pequeño cocodrilo de cartón no te quitará los ojos de encima, hasta que descubras su secreto.
Parece un triángulo cerrado pero en realidad es un truco producido por la perspectiva.
En realidad, el punto naranja nunca cambia de tamaño.